PAS: Personas Altamente Sensibles
Existe un porcentaje de población que resulta afectado por diferentes estímulos en una medida más amplia que el resto. Por consiguiente, reaccionan de manera más exagerada ante los mismos. Poseen una facultad o percepción interna que les hace mantenerse en estado de alerta de todo cuanto ocurre a nuestro alrededor.
Características de las Personas Altamente Sensibles
Hablamos de personas sensibles e introvertidas. Son personas conscientes de que el entorno que les rodea les resulta más complicado y difícil que al resto de la gente. Puede que le molesten las luces brillantes de un semáforo o les depriman las escaleras curvadas de su despacho mientras a los demás les traen sin cuidado. Pero lo que más afecta a sus sentidos, es la forma de ser habitual de la gente. Interpretan a la mayoría de personas que forman su entorno, como hombres y mujeres carentes de sensibilidad, superficiales e indiferentes.
Las PAS suelen encajar en un determinado perfil o estereotipo: dotados de intuición y gran empatía. Buscan gustosos la soledad mientras demuestran una conexión emocional enorme con los demás. La timidez es un recurso en su relación social, al igual que su capacidad altísima para percibir cualquier muestra de belleza.
Toleran con cierto grado de dificultad estímulos (sonoros, auditivos, olfativos), que al resto de las personas pueden resultarle imperceptibles, como luces y ruidos estridentes, olores poco agradables, el caos, el desorden. Cualquier situación que implique cambios, hablar públicamente, sentirse observados, son desencadenantes del despertar de su sensibilidad y restan su capacidad para pensar. Si un rasgo llama la atención en las personas hipersensibles, es su percepción de todo aquello que a los demás les parece sutil.
Si estas personas conviven en una sociedad que valora y premia la dureza, la extroversión, la contención de emociones frágiles y delicadas; sin dudarlo cualquiera de ellas se sentirá incomprendido, menospreciado, diferente, incluso se imaginarán ser pasajeros de un avión donde vuelan en tercera clase.
Ni una maldición, ni un trastorno ni una patología
La primera lección para las PAS, es entender que ser tan sensible, no es una maldición, ni un fallo, ni un error. Es un desafío y un regalo. Un desafío porque cada vez hay más personas sensibles que se agrupan para ser entendidas y valoradas. Un regalo por poseer el privilegio de ofrecer sentimientos de ternura, cariño, comprensión, sin que los demás sepan en ocasiones que están necesitados. Todos podemos beneficiarnos.
Eliminar sustancias como la cafeína, el alcohol, situaciones estresantes, la ansiedad, aumentar el descanso, prolongar el sueño es la mejor manera de cuidar el sistema nervioso de estas personas que suele estar en ocasiones bastante acelerado.
Los 4 dones de las Personas Altamente Sensibles (PAS)
Cuando uno se ve en minoría frente a la gran mayoría, la primera sensación es sentir desventaja y miedo. ¿Por qué percibo las cosas de un modo diferente? ¿Por qué sufro más que el resto? ¿Por qué encuentro alivio en mi propia soledad? ¿Por qué observo y siento cosas que los demás suelen pasar por alto? Quizás formes parte de las personas altamente sensibles (PAS).
Ser parte de ese 20% de la población que se reconoce a sí misma como una persona altamente sensible (PAS) no es una desventaja. Ni te etiqueta como “diferente”. Es muy posible que a lo largo de tu vida, y en especial durante tu infancia, fueras muy consciente de esa distancia emocional. De como en ocasiones, tenías la sensación de vivir en una especie de burbuja de extrañeza y soledad.
La alta sensibilidad es un don. Es una herramienta que te permite poder profundizar y empatizar más con las cosas. Pocas personas tienen la capacidad de llegar a este punto de aprendizaje vital.
Fue Elaine N. Aron quien a principios de los 90, ahondando en la personalidad introvertida, detalló con minuciosidad los rasgos de una nueva dimensión no descrita hasta entonces, y que reflejaba una realidad social: la de las personas altamente sensibles, reflexivas, empáticas y a la vez, reactivas emocionalmente.
Si es tu caso. Si te sientes identificado/a con esos rasgos que la doctora Aron nos dejó en su libro “The Highly Sensitive Person”. Es importante que te convenzas también de que la alta sensibilidad no es un motivo para sentirte extraño o diferente. Al contrario, debes sentirte afortunado por contar con estos 4 dones.
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El don del conocimiento emocional
Ya desde la infancia, el niño con alta sensibilidad va a percibir aspectos en su día a día que le van a ofrecer una mezcla de angustia, contradicción y fascinante curiosidad. Sus ojos captaran aspectos que ni los adultos tienen en cuenta.
Esa mueca de frustración en sus maestros, la expresión de preocupación en su madre… Serán capaces de percibir cosas que otros niños no ven. Esto les enseñará desde muy pequeños que la vida es a veces difícil y contradictoria. Verán el mundo con la mirada de niño que se abre tempranamente al mundo de las emociones sin saber aún que las guía. Qué las hace vibrar o qué afila el sufrimiento adulto.
El conocimiento de las emociones es un arma de callado poder. Nos acerca más a las personas para entenderlas, pero a su vez, también nos hace más vulnerables al dolor.
La sensibilidad es como una luz que resplandece, pero a su vez, nos hace más vulnerables al comportamiento de los demás, a las mentiras piadosas, a los desengaños, a las ironías… ¡Es que todo te lo coges a la tremenda! te dirán a menudo, ¡Es que eres muy sensible! te comentarán otros. Y así es, pero eres lo que eres. Un don exige una alta responsabilidad, tu conocimiento sobre las emociones te exige también saber protegerte. Saber cuidarte.
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El don de disfrutar de la soledad
Las personas altamente sensible encuentran cierto placer en sus instantes de soledad. Son rincones que buscan con anhelo para llevar a cabo sus tareas, sus aficiones. Son personas creativas que disfrutan de la música, de la lectura… Y aunque ello no quita de que disfruten también de la compañía de otros, es en soledad cuando más satisfacción encuentran.
Las personas altamente sensibles no temen a la soledad. Son esos instantes en que pueden conectar más íntimamente con ellos mismos, con sus pensamientos, libres de apegos, lazos y miradas ajenas.
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El don de una existencia desde el corazón
A la hora de hablar de las personas altamente sensibles, se les asocia a menudo al sufrimiento. A su tendencia a las depresiones, a la tristeza, a sentirse vulnerables frente a los estímulos externos, frente al comportamiento de la gente. No obstante, hay algo que el resto no sabe: pocas emociones se viven con tanta intensidad como el amar y ser amado…
Y no hablamos solo de relaciones afectivas, la amistad, el cariño cotidiano, o el sencillo acto de experimentar la belleza de un cuadro, de un paisaje o de una melodía, es para las personas altamente sensibles una vivencia intensa. Enraizada en el propio corazón.
La alta sensibilidad es vivir desde el corazón. Nadie vive más intensamente el amor. Nadie se deleita más con los pequeños gestos cotidianos, con la amistad, con el cariño…
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El don del crecimiento interior
La alta sensibilidad no se cura. Uno viene al mundo con ello. Con esa particularidad. Con ese don que ya se puede ver claramente desde que un niño es bien pequeño. Sus preguntas, su intuición, su tendencia a ser perfeccionista, su umbral al dolor físico, sus molestias ante luces o olores fuertes, su vulnerabilidad emocional…
No es fácil vivir con este don. No obstante, una vez uno reconoce lo que es y lo que nos puede aportar, llega el momento en que debemos aprender a gestionar muchos de esos detalles. No debes dejar que las emociones negativas te desborden en ciertos momentos.
Debes aprender también que los demás, van a otro ritmo, que no tienen tu umbral emocional. Que no vivirán ciertas cosas con tu misma intensidad, no obstante, ello no significa, por ejemplo, te quieran menos. Respétalos, entiéndelos. Entiéndete a ti.
Una vez hayas descubierto tu propio ser y tus facultades, encuentra tu equilibrio y fomenta tu crecimiento personal. Eres único y vives desde el corazón. Anda en paz, anda en seguridad, y sé feliz.
Información ampliada:
El programa CRONICAS de TV2 emitió el pasado 26 de febrero de 2015 un precioso documental sobre la alta sensibilidad: (“Sensibilidad al trasluz”). En este documental se muestra el tema PAS de una manera muy esclarecedora.
Libros recomendados:
“The Highly Sensitive Person in Love: Understanding and Managing Relationships When the World Overwhelms You”. De la autora Dra.Elaine Aron.
“Psychotherapy and the Highly Sensitive Person: Improving Outcomes for That Minority of People Who Are the Majority of Clients”. De la autora Dra.Elaine Aron.
“El Don de la Sensibilidad: Las Personas Altamente Sensibles”. Es un libro escrito por la Dra.Elaine Aron, pionera en el descubrimiento e investigación del rasgo PAS.
En el libro combina una sólida investigación con la experiencia clínica acumulada durante muchos años. Ofrece tests de autoevaluación, estudios de casos reales, testimonios, consejos prácticos y reflexiones. Todo sobre el universo de las personas altamente sensibles y su contribución al desarrollo humano y tecnológico de la humanidad.